sábado, 26 de septiembre de 2015

Goodbye?

Y ya está, esto necesitaba, la prueba de fuego, el punto final. el desinterés completo. Todo expresado en una oración. No le queda más que el chau. El adiós que tanto le aterraba, hoy es la opción más recomendada por su enamorado corazón. Increíble como pudo destruirla en un segundo, después de que ella se había prometido no caer en eso y después que él le prometió ser una mejor versión de él. Pero las palabras se las lleva el viento, como sus sentimientos hacia ella. Ella en cambio, acostada en su dormitorio, llora sus últimas lágrimas por él, aquellas que él no merece pero que sin embargo ella se las entrega como un último regalo. Lo último que va a permitirle llevarse de ella. Lo último porque ya nada le queda. Ahora se siente sucia, usada, siente que no volverá a sentir algo ni siquiera similar a lo que sintió. En el fondo sabe que existe una pequeña posibilidad, pero la niega completamente. Está negada a afrontar esto que la lastima, está negada a sufrir de nuevo, está negada a todo. Hasta a su familia. Y acá es cuando se da cuenta que llegó demasiado lejos. Que dejó que la condicionara ese amor, que dejó que traspase las barreras que se había impuesto. Se da cuenta que la coraza que con tanto esmero y dolor había construido en todos estos años, yace destruida a su lado. Sin posibilidad de ser reparada, remendada, ni siquiera juntar sus piezas para hacerlas encajar. Está hecha polvo. Como pudo permitir eso?

Algo fue real?
Lágrima, tras lágrima, nada la anima, nada la alegra, nada puede hacerle cambiar su humor. Aunque... hay alguien que si. Lamentablemente es él. Es el único que en el estado que ella se encuentra ahora tendría la dosis justa para sacarle una sonrisa. Es que todas sus sonrisas le pertenecen. Y ella lo sabe, y le duele, y lo sufre, no quiere que sea así. Pero no hay otra forma de solucionar las cosas que antes aceptando lo que siente. Ella sabe que cualquier cosa que él haga para levantarle su ánimo, cualquier cosa la va a alegrar. Porque sabe que él es la razón de su felicidad, porque sabe que al levantarse por la mañana si lo hace con una sonrisa es porque soñó con él o porque lo primero que vió es su foto juntos que tiene en su mesa junto a su cama. Sabe que lo mismo pasa cuando se acuesta. Todo eso ella lo sabe y lo que más le duele es haberle permitido meterse en todos esos rincones de felicidad que habitan en ella. Entonces cae nuevamente a la realidad y se entristece y nuevamente deja caer algunas lágrimas por él.

Y es que nadie sabe como hacerle entender, como hacerla entrar en razón que lo mejor para ella está afuera, que hay miles y miles de personas dispuestas a buscar lo mejor para ella. Yo ya no se como hacerla entrar en razón. Pero es que ella se cegó, no piensa en nadie más, no da sus días por nadie más, no permite que alguien llegue a lo profundo de su ser porque esa parte de ella ya tiene dueño. Un dueño que quizás no sea el mejor pero que ella sigue insistiendo y teniendo esperanza de que un día se va a despertar de su horrible pesadilla que vive y que todo se solucionará. Ella depositó sus esperanzas en él. Arriesgando así lo último que le quedaba. Se dio por completo, se entregó. Un salto al vació esperando que antes del aterrizaje le crezcan alas.


Se abrirán sus alas? Lo dudo. Solo le queda estrellarse para entrar en razón.


viernes, 25 de septiembre de 2015

60 days away from him

Y es que en estos días me di cuenta que quizás 60 cartas para él no basten para complacerlo, ni 60 buenas noches, ni 60 te amo. Quizás para él solo baste un Adiós y eso es justamente lo que temo decir, eso es justamente lo que me niego a decir. Decirte chau? No. Es algo que no me permito, ni quiero, ni puedo. Por un lado me encantaría poder decirte adiós y borrarte de un abrir y cerrar de ojos, pero después me acuerdo todo. Me acuerdo lo que vivimos, lo que reímos, lo que lloré, me acuerdo nuestras charlas, nuestras noches, de lo feliz que soy cuando estoy con vos y se me va ese sentimiento. Creo que si volvería el tiempo atrás sería únicamente para repetir esos momentos hermosos, nunca para borrarlos, porque sería como borrar parte de mi felicidad.

A veces siento que todo lo que digo es repetitivo y que quizás se aburra, que no le de importancia que yo le doy o quizás no entienda con el sentimiento con que digo las cosas. Pero si lo digo es por algo. Nunca antes había sentido algo así, ese sentimiento de querer dar hasta el último aliento por una persona, ese amor incondicional que te permitiría perdonar todo, ese enojo que no podría durar ni un segundo, esas ganas de amanecer cada día a su lado, de estar todo el tiempo a su lado, de que comparta tus tiempos, tus días, tus horas, minutos y segundos. Eso a lo que todos conocen como amor.

Lo que me gusta de sentir ese "amor" es que es genuino, amo su personalidad, sus defectos, sus virtudes, amo la forma en que se expresa, en que se inhibe, incluso la forma en que se enoja. Amo sus pasiones, sus humores, su forma de vivir. Lo amo a él. Creo que no hay amor más grande que el de la familia y creo que él pasó a formar parte de ese amor. Del más grande e incondicional. De ese que nunca podes de formar parte.

¿Y qué le voy a decir? Si no somos nada.
Quién lo diría? De la persona menos esperada.. de la que dije "Yo con este? Jajajaja imposible!!!" Y ahora que? Enterrada a más no poder. Con el corazón en las manos entregándolo por completo. Me duele porque el no lo quiere, porque no le interesa, porque al parecer solo soy "una más". Cuando las personas me preguntaban porque seguía con él a pesar de saber eso solo les respondía que como yo te quiero, tengo esperanzas de que las cosas funcionen. Y como dicen "la esperanza es lo último que se pierde.." y si llegamos hasta acá, por qué las cosas no podrían seguir funcionando? Si nos hacemos bien mutuamente. Es miedo quiero creer. Aunque no se a qué. Siempre quise aclararte que no soy como las personas que te hicieron daño. No soy como los que te lastimaron. No soy tu ex. No soy nada de lo que te puede llegar a hacer mal. Es más ni siquiera podría ser un estorbo en tu vida porque con todo lo que siento por vos lo único que me interesa más que nada es tu felicidad, sea o no conmigo, verte feliz es el mejor regalo que me podes dar. Yo si estoy con vos es únicamente para hacerte feliz e intentar llenar tus días de alegría y amor. Así como lo haces conmigo.

Cada noche rezo. Pongo en Dios todos mis temores para que los aleje de mi. Dentro de esos temores en un pequeño rincón se encuentra el miedo a perderte, a no ser lo mejor para vos, a no merecerte, a no poder hacerte feliz. Seguido de eso le agradezco por todo lo que tengo, de más está decir que sos una de las primeras cosas por las cuales agradezco tener en mi vida. Luego pido, desde lo más profundo que se cumpla su voluntad y pido por vos. En ningún momento dejo de pensarte. Eso me aterra un poco, estoy sintiendo demasiado y no puedo evitarlo. Me preocupo. Pero es que esto de sentirte tan dentro mío, tan importante, una prioridad en mi vida, todo esto.. me gusta. Me encanta acostarme pensándote y levantarme de la misma manera. Ojalá algún día puedas sentir eso. Esa sensación hermosa de pertenecerle a alguien y que la persona te pertenezca. Esa sensación de que el tiempo se pasa volando y que nada más importa si él está a tu lado.

En fin, podría extenderme tanto hablando de él, de lo hermoso que es, de lo mucho que lo quiero, pero en nada cambiaría las cosas. Otra vez más mi querido blog me ayuda a encontrar un poco de paz en mi corazoncito, me ayuda a desahogarme un poco, a respirar mejor, a levantar mi cabeza y cambiar de humor y seguir adelante. En estos 60 días lejos de él que me esperan lo único que deseo es todo lo que este blog me da, paz, desahogo, respirar y positivismo. Lo necesito más que nunca.